Los Huesos del Cuerpo Humano
Grado Noveno
El cuerpo humano es una maravillosa y compleja estructura formada por varios sistemas funcionales, que están sostenidos o protegidos.
La siguiente lista reúne a los diez más largos, de acuerdo con su
longitud promedio en un hombre adulto. Los mismos huesos en el esqueleto
femenino son, en general, entre 6% y 13% más cortos —con excepción del
esternón, que es prácticamente idéntico:
10. Esternón: 10 cm
Es un hueso de forma plana ubicado en el pecho, el cual une las
costillas en la caja torácica.
9. Ilíaco: 18.50 cm
Es un hueso plano con forma de hélice de dos aspas, el cual está situado
a los lados del sacro donde forma la pelvis y une a los huesos ilion, isquion y
pubis.
8. Octava costilla: 23 cm
Las costillas son cada uno de los huesos largos y encorvados que nacen
del espinazo y van hacia el pecho. La octava es parte de las costillas falsas.
7. Séptima costilla: 24 cm
Es la última costilla verdadera y a ella se unen las costillas falsas,
por medio de tejido cartilaginoso.
6. Radio: 26.42 cm
Es el hueso contiguo al cúbito, el cual forma la parte externa del
antebrazo.
5. Cúbito: 28.20 cm
Es el hueso grueso y largo que forma la parte interna del antebrazo.
4. Húmero: 36.46 cm
Es el hueso del brazo articulado por uno de sus extremos con la escápula
y por el otro con el cúbito y el radio.
3. Peroné: 40.40 cm
Es el hueso largo y delgado de la pierna, detrás de la tibia, con la
cual se articula.
2. Tibia: 40.50 cm
Es el hueso principal y anterior de la pierna, el cual se articula con
el fémur, el peroné y el astrágalo.
1. Fémur: 50.50 cm
Es el hueso del muslo que se articula por uno de sus extremos con el
coxis y por el otro con la tibia y el peroné.
¿Qué es la flexibilidad?
La flexibilidad es la capacidad que tienen nuestras fibras para estirarse ante un movimiento. La amplitud del movimiento de una articulación, no sólo depende de la elasticidad de las fibras, pero es uno de los factores que puede influir más negativamente.
La flexibilidad es la capacidad que tienen nuestras fibras para estirarse ante un movimiento. La amplitud del movimiento de una articulación, no sólo depende de la elasticidad de las fibras, pero es uno de los factores que puede influir más negativamente.
Con la edad, las fibras pierden colágeno y se vuelven
más rígidas. El sedentarismo también influye negativamente en la movilidad de
las articulaciones. En principio las mujeres tienen algo más de flexibilidad,
ya que su cuerpo está preparado para el embarazo y el parto, pero con la edad,
la pérdida de elasticidad se iguala a los hombres.
Sin embargo, un entrenamiento continuo con ejercicios de
flexibilidad que fortalezcan y mejoren la elongación de
las fibras, acompañado con una alimentación adecuada, puede conseguir que
mejores la flexibilidad muscular y que realices movimientos articulares de
mayor amplitud y sin riego de contracturas o fisuras.
Tipos de flexibilidad
Para entrenar la flexibilidad de tu cuerpo te puede basar en:
·
Flexibilidad estática. La persona
realiza un estiramiento de músculos y tendones por sí mismo sin movimiento, en
posición fija. Cada elongación debe durar al menos 20 segundos.
·
Flexibilidad dinámica. Son ejercicios en
movimiento que precisan de un número mínimo de repeticiones y que van
incrementando la fuerza y la intensidad. Se llama también flexibilidad activa.
·
Flexibilidad pasiva o asistida, que se utiliza en
recuperación tras cirugías o parálisis, de forma que una persona o máquina sea
la que imprima la fuerza desde fuera.
Para que empieces a entrenarte en tu propia casa, aquí te dejamos:
8 ejercicios de flexibilidad:
1. Torsión de espalda. Sentado en el
suelo. Pierna derecha estirada. Dobla la izquierda y pásala por encima de la
derecha. Coloca el brazo izquierdo por encima de la rodilla flexionada y
presiona con el codo para hacer una torsión de espalda. Siente el estiramiento.
Repite al otro lado.
2. Sentado. Estira la
pierna derecha y flexiona la izquierda llevando el pie hacia la ingle. Mantén
el equilibrio. Inclina el cuerpo hacia delante para intentar tocar los dedos de
los pies. Cambia de pierna.
3. Muslos y cadera. Tumbado boca
abajo. Flexiona una pierna y coge el pie con la mano del mismo lado. Tira de
ella todo lo que puedas sin que el muslo se despegue del suelo. Cambia de
pierna.
4. Más difícil todavía. Coge el pie por
detrás y tira de él hasta que llegue a la cabeza. No bloquees la rodilla de la
otra pierna para no quedar en hiperextensión y deja el brazo libre estirado
hacia delante para mantener el equilibrio.
5. Lumbares. Estira una
pierna y encoge la otra cogiéndote de la rodilla y tirando de ella hacia el
pecho. La pierna estirada no debe levantarse del suelo. Cambia de pierna.
6. Abductores. Sentado en el
suelo. Abre las piernas estiradas lo más que puedas e inclina el torso hacia
delante, sin doblar las rodillas. Estira los brazos e intenta bajar un poco
más.
7. Zancada en sofá. Una pierna se
adelanta, como en las zancadas normales, con la rodilla en 90 grados y la otra
está estirada hacia atrás, pero apoyada en un sofá o en una silla. Es difícil
mantener la posición. Aguanta y cambia de lado.
8. El puente. Es una postura de
yoga y estira columna, pecho, cuello y hombros. Boca arriba en el suelo con las
rodillas flexionadas. Levanta la pelvis y el torso hasta los hombros. Estira
los hombros hacia abajo para que queden bien apoyados en el suelo. Mirada al
techo y brazos estirados y apoyados en el suelo.
Taller
En su cuaderno dibuje cinco (5) ejercicios de flexibilidad dinámica y cinco (5) de flexibilidad pasiva o asistida. Practique en su casa ejercicios de flexibilidad como los enunciados para que se conserve y no pierda su alto de la actividad física.
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